domingo, 3 de junio de 2012

Los Otros

            Nada más llegar a Granadilla, al recibirnos Ade y Josemari, hicimos una dinámica de bienvenida y ya entonces comenzamos a notar unas presencias que nos tocaban las manos y nos susurraban nombres con un acento poco inteligible.
            Lo estuvimos sintiendo toda la tarde e incluso por la noche en las casas. En mi casa del Tío Molina, sus habitantes: Alexia, María y Noemi me comentaban que había "alguien" acompañándolas en otras habitaciones de la casa.
             Al día siguiente todos y todas me comentaban: "Fernando, no estamos solos....",... con el paso del tiempo, en talleres, oficios, comiendo, en las fiestas, en las tertulias y paseos....comprobábamos que estaban allí. Comenzamos a entender sus voces, nos decían: "Zomoz perzona como vozotro"....o ..."Jhomomh perjhonah como vojhotroh".
              Ya asumimos que no estábamos solos, que teníamos compañía y....que era agradable estar con ellas, con las "pernosas". Supimos que venían de Sanlúcar de Barrameda y de Andújar. Hemos tenido suerte y su presencia se ha reflejado en las fotos que hicimos, incluso se mueven en los vídeos. Lo habéis podido comprobar en las otras entradas del blog, ahora os mostramos sus imágenes:



 Al principio se movían sólo entre ellos y ellas.


Incluso se veían entre ellos y ellas, riendo, a algunos seres de mayor tamaño.


Incluso se burlaban y hacían gestos que no entendíamos, ponían caras raras,....


Les oíamos contar cosas entre ellas  sin entenderlas del todo. ¿Cuál era su intención?


Pronto comenzaron a mezclarse entre nosotras. No las veíamos pero notábamos su presencia.


Parecían amistosos, comenzamos a entender bien lo que decían, incluso cambiamos alguna palabra.


 De vez en cuando se iban solos con herramientas raras a hacer no sabemos qué.


Otras veces se juntaban en grupo y sabíamos que nos miraban de forma insistente y directa. ¿Porqué?


Alguna vez se materializaban mezclándose con quienes se hacían fotos. No molestaban, eran agradables.


Les gustaban las alturas, allí se sentían seguros y seguían con sus gestos y sus bravuconadas.


Les gustaba nuestra compañía, se acercaban y contaban historias, reían  y decían ser alcaldes y portavoces, jajajjaa.


Se ponían en las puertas de las casas y nos animaban a ir a trabajar en los oficios y a asistir a los talleres.


Se agachaban un poco para hacerse fotos o daguerrotipos como ellos las llamaban.


Les gustaba colocarse en medio y mirar directamente a cámara, sonreir y hablar.


También se iban del pueblo a no se sabe donde, decían que iban a hacer senderismo, a subir a un pico cercano. Estaban horas fuera.


Parecía gustarle la plaza del pueblo, el sol,...aunque por la noche disfrutaban bailando y cantando.


Tenían tácticas de acercamiento personal. Se colocaban de lado y se acercaban mucho.


Ya lo decía, se materializaban de forma inesperada, bien abrigados en momentos de frío, buscando la sonrisa.


Otros de ellos se acercaban a la casa de las conchas y se dedicaban a imitar posturas y copiar abalorios.


También había "otros" adultos que yo notaba cerca , también con charlas y risas, propuestas y afecto.


Se identificaron como Julio, Carlos, Manolo y Javier, su presencia fue gratificante. Buenos compañeros desde allá.


Se integraron entre nosotras y nosotros cada vez más, cada día más y mejor. Disfrutamos de su compañía.


Al final ya no sabíamos quienes éramos las personas y cuáles las pernosas. ¡Qué más da! Llegó la amistad y el compañerismo. Desde su presencia inicial casi etérea hasta su materialización agradable final. valió la pena.  Los NosOTROS, TODOS, TODAS.



....A veces veo....a los "otros".